Bailes camboyanos o la lucha por la superación personal
Después de 30 años de guerras todavía quedan en Camboya millones
de minas antipersona y bombas de racimo sepultadas bajo tierra.
Uno de cada 230 camboyanos es discapacitado.
El horror marcado por los casi cuatro años de dominación completa
del país por Pol Pot resulta díficil de olvidar.
El genocidio alcanzó a más de dos millones de personas.
Pero los camboyanos aún tuvieron que sufrir más por la ocupación
vietnamita. Hasta que los jemeres rojos entregaron las armas a
finales de 1998, Camboya no conoció la paz definitiva.
Todo este horror a dado paso a una población eminentemente jóven,
y luchadora.
Se calcula que el 50% es menor de 18 años. Y la esperanza de
vida no sobrepasa de los cincuenta años.
Con el fin de ayudar a tantos jóvenes desfavorecidos
se creó el "Grupo de baile de Tahen", impulsado
en Camboya por el obispo jesuita español monseñor
Enrique Figaredo.
El grupo de baile está compuesto por 65 jóvenes y adultos,
de entre 14 y 25 años.El grupo de baile está compuesto por 65 jóvenes y adultos,
Estos bailarines desean mostrar la realidad
camboyana y su cara más artística a través de unos
bailes llenos de color, vida y alegría.
Són bailes llenos de armonía, gracia y espiritualidad, que son llevados a cabo
con éxito sin que la ausencia de alguna o algunas extremidades se lo impidan.
Tampoco queda mermada la coreografía de los bailes interpretados por bailarines en silla de ruedas.
Al contrario,contribuye con gran emoción,al despliege estético de las piezas del repertorio del
GRUPO DE BAILE TAHEN.
Queremos, desde aquí,
mostrar nuestro compromiso
en favor de la erradicación de
los millones de minas antipersona
y bombas de racimo que aún queda
esparcidas por suelo camboyano.
mostrar nuestro compromiso
en favor de la erradicación de
los millones de minas antipersona
y bombas de racimo que aún queda
esparcidas por suelo camboyano.